Julio De La Rosa - Grupo 7 (2018)
BAND/ARTIST: Julio De La Rosa
- Title: Grupo 7
- Year Of Release: 2018
- Label: Rosetta Soundtrack Records
- Genre: Soundtrack
- Quality: MP3 320 kbps / FLAC (tracks)
- Total Time: 39:52 min
- Total Size: 940 / 160 MB
- WebSite: Album Preview
Hablar de cine de género en nuestro país me da siempre la sensación de ser un “friki” que habla de un cine de segunda clase. Algo a lo que nunca le he visto el sentido, cuando no paramos de incluir títulos de género de otras cinematografías entre los títulos más destacados de la historia. Directores míticos como Donald Siegel, Martín Scorsese, Jacques Becker o Jules Dassin han cimentado su lugar en el Olimpo precisamente por sus legendarios trabajos en el cine de género. Especialmente en uno tan brillante, atmosférico y personal como el thriller policíaco. Buena parte de culpa de no contar con ese cine de género tan brillante en nuestro país, personalmente lo achaco a la dificultad, bastante evidente, de desarrollar tramas y películas con el estilo de montaje y ritmo que este tipo de historias necesitan. Pero aun así, y en mi memoria pobre histórica, pocos títulos de este género contamos que se puedan considerar como destacados, fuera de “El Crack”.
Esta situación es una que ha cambiado mucho en la actualidad. Especialmente desde la entrada en el nuevo siglo y la llegada de directores como Enrique Urbizu, Rodrigo Sorogoyen, Daniel Monzón o Alberto Rodríguez. Este último y su espectacular trabajo en “Grupo 7” consiguieron, de un plumazo, no sólo crear un verdadero clásico moderno del género, sino crear una película totalmente nuestra (española) que sabe incorporar perfectamente todos los elementos del cine policíaco tradicional. Especialmente el de los años setenta. Y entre sus elementos destacados se encuentra el brillante trabajo desarrollado por Julio de la Rosa. Una banda sonora que le proporciona ritmo y atmósfera, aprovechando las luces y las sombras de la historia, cargados de furia y tensión. Una música que también incorpora elementos modernos y cierta experimentación de sonidos y ritmos. Compartiendo también, de alguna manera, el espíritu y tono en la música, que desarrollaron sus homónimos setenteros.
El propio Julio me comentaba como guardaba mucho cariño de todo el proceso de creación de la banda sonora original de “Grupo 7”. No en vano, la película, era la tercera ocasión en la que musicaba una película de Alberto Rodríguez – antes fueron “After” y “Siete Vírgenes”-. Así que tenía su importancia. A la tercera va la vencida, como se suele decir. Pero la calidad de su trabajo no pasó desapercibida. Finalmente consiguió su primera nominación a los Goya, algo que supuso un pequeño hito en un mundo como el de las bandas sonoras, poco acostumbrado por entonces a todo aquello que no oliera a sinfónico por aquel entonces. Como bien me explicaba el propio Julio, él cogió el camino contrario: “…la película, al fin y al cabo, es una historia de cloacas. Policías corruptos limpiando de yonquis y prostitutas la ciudad de Sevilla de cara a la Exposición Universal de 1992. Cloacas. Brutalidad policial. Corrupción. Hipocresía. Así que, a la hora de musicarla, yo también tenía que estar a pie de calle. Todos los personajes, hacia un lado o hacia otro, son al fin y al cabo unos macarras. Y para convertir la banda sonora en un personaje había que ser uno de ellos…”
Afortunadamente para Julio, Alberto y Rafa Cobos tienen la costumbre de involucrarle en la historia desde las fases iniciales de cada proyecto. Siempre metiéndole en la historia poco a poco, y desde mucho antes que la última versión del guión esté terminado. Incluso antes de leer la primera versión, Alberto ya le había estado enseñado fotos de la época, de los personajes, de los yonquis, de las azoteas… en definitiva, de la Sevilla de entonces, que además él mismo había vivido desde bien cerca, ya que por aquel entonces se encontraba estudiando allí en la Universidad. “Recuerdo que la primera vez que leí por fin el guión acabé con el corazón latiendo bien fuerte, emocionado por la lectura e indignado por la historia. Pero nunca musico nada, hasta no ver realizado el trabajo del resto del equipo. Yo puedo tener un punto de vista, pero durante el proceso de producción cada jefe de equipo ha puesto el suyo. Y al final la película no deja de ser el proyecto de un buen puñado de personas. No fue hasta que José Moyano me pasó el primer montaje (más de dos horas, que luego se fueron limando) que empecé a componer”.
Lo primero en lo que empezó a trabajar Julio, como suele hacer habitualmente, fue el pensar en cual podría ser la instrumentación que acompañara a todas esas sensaciones con las que ya contaba. La decisión final es la de utilizar una percusión salvaje, ya que representaría perfectamente toda la brutalidad de la historia. “…así que cogí un steel drum y empecé a aporrearlo con dos baquetas (y no mazas) por donde no se debe. Esto es, por los costados. El sonido que desprende un steel drum tocado así se te mete en el tímpano y te puede dejar incluso sordo si te despistas un poco… “. Ese sonido, lo completa con elementos de percusión más pequeña, y también de pailas y tambores gigantes. Y ese conjunto, en muchas ocasiones cuando acompaña a la acción, no necesita de nada más. Razón por la que algunas de las piezas son exclusivamente de percusión. Como mucho, levemente apoyadas por la melodía que acompaña a la partitura en ciertos momentos. Porque sí que, también, necesitaba una melodía.
Y es que uno de los grandes aciertos de “Grupo 7” es como el desarrollo de la historia, más específicamente la de sus protagonistas, Ángel (Mario Casas) y Rafael (Antonio de la Torre), evolucionan. Ambas líneas vitales conforman una especie de gran X que se entrecruzan. Por un lado el descenso a los infiernos de un joven ambicioso, que decide avanzar en su carrera utilizando dudosos métodos. Principalmente provocados por la ira que le causa su impotencia de conseguirlo de otra manera. Y por otro, la ascensión y realización de la inutilidad de dichos métodos, frente a las necesidades y personas que nos importan como Lucía, Joaquín o La Caoba. A pesar de que estos personajes (como todos) también nos muestran dos caras muy distintas. Por ello también era necesaria una línea que expresara la impotencia, que tuviera un poso de tristeza ante la indignación. Pero que, al mismo tiempo, fuera empujando la trama hacia delante en modo, digamos, de thriller. Tras mucho improvisar con el pianet (un piano eléctrico de los años setenta en el que los martillos de las teclas golpean en piezas de metal, y no en cuerdas, como el piano), Julio encontró las tres notas base que va a ir repitiendo de distintas maneras. Bien sea con el pianet, pero también con ciertos ruidos y sonidos que fue fabricando, con los graves o incluso con la guitarra eléctrica.
“Experimenté mucho con los sonidos para llegar a texturas que no fueran del todo definidas, de tal modo que hay veces que no sabes qué instrumento está actuando, o incluso no sabes si lo que suena es música o sonido ambiente”. El repertorio instrumental utilizado en la banda sonora es realmente importante. Desde el tongue drum que sirve de ayuda en ‘la humillación’ de Los Canarios a los policías, proporcionándole ese toque fúnebre que nos trae imágenes sonoras casi de Semana Santa sevillana, que da paso a un yunque en modo Martinete (palo flamenco) y unos golpetazos a un pie de micro. Sin olvidar el brutal y cuidado ruido eléctrico que surge repentinamente cuando la violencia y la rabia es extrema. El waterphone y la manera en que es utilizado en la secuencia de la muerte de Amador, para generar la intriga y sorpresa continúa hasta su muerte. O el santoor, aunque es un instrumento de Oriente medio y la India, interpretado de un modo mecánico en varias secuencias para generar nerviosismo y, al mismo tiempo eliminar su sonido étnico (lo que podría haber estropeado la cuidada localización geográfica de la historia). Todo ello mezclado con esas percusiones y esos efectos de guitarra eléctrica que pueden llegar a degenerar en puro ruido armónico. “La idea era, en definitiva, crear un clima desasosegante que contrastara con la brutalidad y lo terrenal de lo percutivo. Y llegar así a una música que fuera exclusivamente la de esta película”.
El resultado es una increíble y variada música propulsiva, que sabe aprovechar la evolución entrecruzada de las vidas de sus dos protagonistas para proporcionarle un sonido a la luz y las sombras de una historia tan dura y árida como la Sevilla donde se desarrolla. Tan compleja como la personalidad de los múltiples caracteres que la pueblan. Y cargada de la furia y los lamentos que conforman el espíritu de un ser humano llevado al límite. Una música que explica tanto, como el silencio de sus protagonistas en esa maravillosa escena final. “Tuve la fortuna de tener como ingeniero de sonido a Dany Richter poniendo un poco de orden en mi discurso, y a Alberto Rodríguez dirigiéndome como a un actor más de la película. El resultado de varios meses de trabajo es éste”. Ahora sólo queda volver a dejarnos llevar a esa Sevilla de la Expo 92 e inundarnos de la corrupción e impotencia de esas vidas.
Tracklist:
01. Julio De La Rosa - Intro y Persecución
02. Julio De La Rosa - Lucía
03. Julio De La Rosa - San Luís
04. Julio De La Rosa - Carrera y Wc
05. Julio De La Rosa - Prostíbulo
06. Julio De La Rosa - Lucía (2)
07. Julio De La Rosa - Heroína
08. Julio De La Rosa - 1980
09. Julio De La Rosa - Joaquín
10. Julio De La Rosa - Anticorrupción
11. Julio De La Rosa - Comunión
12. Julio De La Rosa - Canarios
13. Julio De La Rosa - Entrevista
14. Julio De La Rosa - Lucía (3)
15. Julio De La Rosa - Llamas
16. Julio De La Rosa - Redadas
17. Julio De La Rosa - 1990
18. Julio De La Rosa - Secuestro
19. Julio De La Rosa - Amenazas
20. Julio De La Rosa - Elena
21. Julio De La Rosa - Ambulancia
22. Julio De La Rosa - Joaquín_
23. Julio De La Rosa - La Traición
24. Julio De La Rosa - La Humillación
25. Julio De La Rosa - Lucía Muerte
26. Julio De La Rosa - Muerte Amador
27. Julio De La Rosa - Final
Esta situación es una que ha cambiado mucho en la actualidad. Especialmente desde la entrada en el nuevo siglo y la llegada de directores como Enrique Urbizu, Rodrigo Sorogoyen, Daniel Monzón o Alberto Rodríguez. Este último y su espectacular trabajo en “Grupo 7” consiguieron, de un plumazo, no sólo crear un verdadero clásico moderno del género, sino crear una película totalmente nuestra (española) que sabe incorporar perfectamente todos los elementos del cine policíaco tradicional. Especialmente el de los años setenta. Y entre sus elementos destacados se encuentra el brillante trabajo desarrollado por Julio de la Rosa. Una banda sonora que le proporciona ritmo y atmósfera, aprovechando las luces y las sombras de la historia, cargados de furia y tensión. Una música que también incorpora elementos modernos y cierta experimentación de sonidos y ritmos. Compartiendo también, de alguna manera, el espíritu y tono en la música, que desarrollaron sus homónimos setenteros.
El propio Julio me comentaba como guardaba mucho cariño de todo el proceso de creación de la banda sonora original de “Grupo 7”. No en vano, la película, era la tercera ocasión en la que musicaba una película de Alberto Rodríguez – antes fueron “After” y “Siete Vírgenes”-. Así que tenía su importancia. A la tercera va la vencida, como se suele decir. Pero la calidad de su trabajo no pasó desapercibida. Finalmente consiguió su primera nominación a los Goya, algo que supuso un pequeño hito en un mundo como el de las bandas sonoras, poco acostumbrado por entonces a todo aquello que no oliera a sinfónico por aquel entonces. Como bien me explicaba el propio Julio, él cogió el camino contrario: “…la película, al fin y al cabo, es una historia de cloacas. Policías corruptos limpiando de yonquis y prostitutas la ciudad de Sevilla de cara a la Exposición Universal de 1992. Cloacas. Brutalidad policial. Corrupción. Hipocresía. Así que, a la hora de musicarla, yo también tenía que estar a pie de calle. Todos los personajes, hacia un lado o hacia otro, son al fin y al cabo unos macarras. Y para convertir la banda sonora en un personaje había que ser uno de ellos…”
Afortunadamente para Julio, Alberto y Rafa Cobos tienen la costumbre de involucrarle en la historia desde las fases iniciales de cada proyecto. Siempre metiéndole en la historia poco a poco, y desde mucho antes que la última versión del guión esté terminado. Incluso antes de leer la primera versión, Alberto ya le había estado enseñado fotos de la época, de los personajes, de los yonquis, de las azoteas… en definitiva, de la Sevilla de entonces, que además él mismo había vivido desde bien cerca, ya que por aquel entonces se encontraba estudiando allí en la Universidad. “Recuerdo que la primera vez que leí por fin el guión acabé con el corazón latiendo bien fuerte, emocionado por la lectura e indignado por la historia. Pero nunca musico nada, hasta no ver realizado el trabajo del resto del equipo. Yo puedo tener un punto de vista, pero durante el proceso de producción cada jefe de equipo ha puesto el suyo. Y al final la película no deja de ser el proyecto de un buen puñado de personas. No fue hasta que José Moyano me pasó el primer montaje (más de dos horas, que luego se fueron limando) que empecé a componer”.
Lo primero en lo que empezó a trabajar Julio, como suele hacer habitualmente, fue el pensar en cual podría ser la instrumentación que acompañara a todas esas sensaciones con las que ya contaba. La decisión final es la de utilizar una percusión salvaje, ya que representaría perfectamente toda la brutalidad de la historia. “…así que cogí un steel drum y empecé a aporrearlo con dos baquetas (y no mazas) por donde no se debe. Esto es, por los costados. El sonido que desprende un steel drum tocado así se te mete en el tímpano y te puede dejar incluso sordo si te despistas un poco… “. Ese sonido, lo completa con elementos de percusión más pequeña, y también de pailas y tambores gigantes. Y ese conjunto, en muchas ocasiones cuando acompaña a la acción, no necesita de nada más. Razón por la que algunas de las piezas son exclusivamente de percusión. Como mucho, levemente apoyadas por la melodía que acompaña a la partitura en ciertos momentos. Porque sí que, también, necesitaba una melodía.
Y es que uno de los grandes aciertos de “Grupo 7” es como el desarrollo de la historia, más específicamente la de sus protagonistas, Ángel (Mario Casas) y Rafael (Antonio de la Torre), evolucionan. Ambas líneas vitales conforman una especie de gran X que se entrecruzan. Por un lado el descenso a los infiernos de un joven ambicioso, que decide avanzar en su carrera utilizando dudosos métodos. Principalmente provocados por la ira que le causa su impotencia de conseguirlo de otra manera. Y por otro, la ascensión y realización de la inutilidad de dichos métodos, frente a las necesidades y personas que nos importan como Lucía, Joaquín o La Caoba. A pesar de que estos personajes (como todos) también nos muestran dos caras muy distintas. Por ello también era necesaria una línea que expresara la impotencia, que tuviera un poso de tristeza ante la indignación. Pero que, al mismo tiempo, fuera empujando la trama hacia delante en modo, digamos, de thriller. Tras mucho improvisar con el pianet (un piano eléctrico de los años setenta en el que los martillos de las teclas golpean en piezas de metal, y no en cuerdas, como el piano), Julio encontró las tres notas base que va a ir repitiendo de distintas maneras. Bien sea con el pianet, pero también con ciertos ruidos y sonidos que fue fabricando, con los graves o incluso con la guitarra eléctrica.
“Experimenté mucho con los sonidos para llegar a texturas que no fueran del todo definidas, de tal modo que hay veces que no sabes qué instrumento está actuando, o incluso no sabes si lo que suena es música o sonido ambiente”. El repertorio instrumental utilizado en la banda sonora es realmente importante. Desde el tongue drum que sirve de ayuda en ‘la humillación’ de Los Canarios a los policías, proporcionándole ese toque fúnebre que nos trae imágenes sonoras casi de Semana Santa sevillana, que da paso a un yunque en modo Martinete (palo flamenco) y unos golpetazos a un pie de micro. Sin olvidar el brutal y cuidado ruido eléctrico que surge repentinamente cuando la violencia y la rabia es extrema. El waterphone y la manera en que es utilizado en la secuencia de la muerte de Amador, para generar la intriga y sorpresa continúa hasta su muerte. O el santoor, aunque es un instrumento de Oriente medio y la India, interpretado de un modo mecánico en varias secuencias para generar nerviosismo y, al mismo tiempo eliminar su sonido étnico (lo que podría haber estropeado la cuidada localización geográfica de la historia). Todo ello mezclado con esas percusiones y esos efectos de guitarra eléctrica que pueden llegar a degenerar en puro ruido armónico. “La idea era, en definitiva, crear un clima desasosegante que contrastara con la brutalidad y lo terrenal de lo percutivo. Y llegar así a una música que fuera exclusivamente la de esta película”.
El resultado es una increíble y variada música propulsiva, que sabe aprovechar la evolución entrecruzada de las vidas de sus dos protagonistas para proporcionarle un sonido a la luz y las sombras de una historia tan dura y árida como la Sevilla donde se desarrolla. Tan compleja como la personalidad de los múltiples caracteres que la pueblan. Y cargada de la furia y los lamentos que conforman el espíritu de un ser humano llevado al límite. Una música que explica tanto, como el silencio de sus protagonistas en esa maravillosa escena final. “Tuve la fortuna de tener como ingeniero de sonido a Dany Richter poniendo un poco de orden en mi discurso, y a Alberto Rodríguez dirigiéndome como a un actor más de la película. El resultado de varios meses de trabajo es éste”. Ahora sólo queda volver a dejarnos llevar a esa Sevilla de la Expo 92 e inundarnos de la corrupción e impotencia de esas vidas.
Tracklist:
01. Julio De La Rosa - Intro y Persecución
02. Julio De La Rosa - Lucía
03. Julio De La Rosa - San Luís
04. Julio De La Rosa - Carrera y Wc
05. Julio De La Rosa - Prostíbulo
06. Julio De La Rosa - Lucía (2)
07. Julio De La Rosa - Heroína
08. Julio De La Rosa - 1980
09. Julio De La Rosa - Joaquín
10. Julio De La Rosa - Anticorrupción
11. Julio De La Rosa - Comunión
12. Julio De La Rosa - Canarios
13. Julio De La Rosa - Entrevista
14. Julio De La Rosa - Lucía (3)
15. Julio De La Rosa - Llamas
16. Julio De La Rosa - Redadas
17. Julio De La Rosa - 1990
18. Julio De La Rosa - Secuestro
19. Julio De La Rosa - Amenazas
20. Julio De La Rosa - Elena
21. Julio De La Rosa - Ambulancia
22. Julio De La Rosa - Joaquín_
23. Julio De La Rosa - La Traición
24. Julio De La Rosa - La Humillación
25. Julio De La Rosa - Lucía Muerte
26. Julio De La Rosa - Muerte Amador
27. Julio De La Rosa - Final
Year 2018 | Soundtracks | FLAC / APE | Mp3
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