Hanz - Sin Fronteras (2018)
BAND/ARTIST: Hanz
- Title: Sin Fronteras
- Year Of Release: 2018
- Label: Hz
- Genre: Latin, Pop
- Quality: Mp3 320 kbps / FLAC (tracks)
- Total Time: 42:01
- Total Size: 101 / 312 MB
- WebSite: Album Preview
Tracklist:
1. Hanz - El Cielo
2. Hanz;Luís Felipe Gozález - Como la Miel
3. Hanz - Eres Mi Amor
4. Hanz - Mujer y Novia
5. Hanz - El Santo
6. Hanz - Con Este Son
7. Hanz - Dame Todo
8. Hanz - Mi Debilidad
9. Hanz - En Cada Amanecer
10. Hanz - Pa Que Te Enamores
11. Hanz - Prohibida
12. Hanz - Traviesa
1. Hanz - El Cielo
2. Hanz;Luís Felipe Gozález - Como la Miel
3. Hanz - Eres Mi Amor
4. Hanz - Mujer y Novia
5. Hanz - El Santo
6. Hanz - Con Este Son
7. Hanz - Dame Todo
8. Hanz - Mi Debilidad
9. Hanz - En Cada Amanecer
10. Hanz - Pa Que Te Enamores
11. Hanz - Prohibida
12. Hanz - Traviesa
A partir del momento en que Handry Sahel Zuleta Márquez, resolvió dedicarse a la música, sintió la necesidad de proponer y crear un estilo propio. Desde sus inicios su visión ha sido llegar a los estándares más altos de la industria por medio de la exploración de los sonidos sin sentirse obligado a permanecer en el esquema de un género determinado. Su propuesta no es estática, se mueve al compás del tiempo y se va reinventando de acuerdo al gusto del público consumidor y seguidor de los grandes eventos musicales.
De la misma manera en la que ‘Hanz’ -como se bautizó artísticamente- ha recibido influencias de representantes del folclor vallenato, ha querido que su carrera se consolide equivalentemente a la de artistas de gran potencia como ‘Juanes’ en el caso de Colombia y Michael Jackson a nivel mundial. De ellos admira la osadía para proponer música diferente y muy adelantada a sus épocas. El cantante paisa, por ejemplo, a pesar de tener casi 30 años de vida artística, se ha mantenido vigente, gracias –esencialmente- a las transformaciones que le ha dado a su carrera para seguir en la lucha y a la par de la nueva generación de cantantes latinoamericanos.
Si bien nació y ha vivido en una región tradicionalista y culturalmente arraigada al vallenato, a ‘Hanz’ nunca le ha dado miedo a arriesgarse e innovar, fusionando sus raíces musicales con las sonoridades de otras latitudes. Al vallenato, su esencia y a sus juglares, les profesa un profundo respeto porque es la música con la que se ha desarrollado profesionalmente durante más de la mitad de su vida pero quiere marcar diferencia, proponiendo canciones que sean agradables y familiares a cualquier persona del mundo.
‘Hanz’ presenta un contraste especial, pese a su intrepidez musical en él se distingue una personalidad conservadora que si bien no lo ha atado creativamente, si le ha permitido mantener la forma sentida de componer que se desprende de las letras del vallenato tradicional, contando vivencias y narrando historias respetuosas con el público.
Con el talento, las ganas, el potencial y las facilidades para producir música con las que cuenta, perfectamente hubiera podido lanzar alrededor de seis producciones de vallenato puro e incluso, alguna de vallenato clásico en guitarra pero no es su objetivo, no es lo que persigue para su proyecto de vida y es respetable. Por lograr su cometido de llegar a ese público que está más allá de las fronteras de Colombia y de los amantes del vallenato, ha sacrificado al público de la región que espera que siga la línea vallenata pero no se arrepiente.
Es firme en aseverar que un artista debe ser fiel a lo que es y a lo que desea proyectar, a sentirse relajado y confiado cuando está interpretando su música e ir construyendo un personaje que sea capaz de llegar a cualquier persona dejando de lado los regionalismos y los encasillamientos a los que se ven expuestos quienes como él trabajan por escribir su nombre dentro de las páginas del libro de la música popular. Así como una persona oriunda de Valledupar, el Cesar o La Guajira compone, canta o produce vallenato, igualmente o mejor, puede hacerlo una persona de la región andina o del Chocó.
“Soy un aventurero que no le temo a los desafíos de la industria, no me da miedo reinventarme cada vez que sea posible y en la medida que esa misma industria vaya cambiando, tratando siempre de seguir el camino. Me veo enfocado y queriendo estar activo, estando en la jugada y adaptándome a los cambios que permanentemente vive la música”, dice.
Su nuevo sencillo musical ‘El cielo’ con el que vuelve a dar un paso para ponerse a tono con los nuevos sonidos que se están lanzando actualmente al mercado, es un punto de giro en su carrera, en la que imperan o interactúan ritmos urbanos, bits, dembow, no porque su finalidad sea hacer reggaetón sino porque le interesa sumergirse en esa nueva tendencia.
‘El cielo’ es una composición llena de sentimiento adornada con sonidos muy alegres con la que ‘Hanz’ quiere llegar a un público más juvenil y seguir sumando a su proyecto como solista. La canción es una conquista de un hombre locamente enamorado que le canta a su musa. Para recrear la letra de la canción, escogió las playas del corregimiento de ‘Camarones’ en el municipio de Riohacha (La Guajira) como locación del vídeo clip; el resto se hizo en posproducción en la ciudad de Valledupar en el mes de enero.
Doce canciones incluirá su nuevo compacto que está ciento por ciento terminado, esperando ser lanzado durante el último trimestre del 2017; con él quiere afianzar su nombre y recordar al público que la innovación en el sonido no es de ahora sino que fue el 2012 cuando presentó su primera producción ‘Vallenato del alma’ fue precursor en la región con su propuesta de vallenato fusión.
El despertar musical
Durante las parradas que hacía su padre en su casa, ‘Hanz’ tuvo la fortuna de interactuar desde muy niño con exponentes de la música vallenata de su pueblo natal, La Paz. En esas parrandas se sentaba al lado de la persona que ejecutaba el acordeón a imitar sus movimientos con su acordeón de juguete. Nació y creció entre las canciones de Gustavo Gutiérrez, las notas de la caja del maestro Pablo y los pitos de Migue López.
Pero no sería el acordeón el instrumento por el cual se inclinaría el primogénito de los Zuleta Márquez. Gracias a ‘Estelares del vallenato’ -programa transmitido los sábados por Telecaribe- se hizo fanático de la guitarra y en ese momento su anhelo era tener la destreza musical de Navín y Oscar Cantillo, Canyo Baquero y Manzel Cárdenas; connotados guitarristas de La Paz que por entonces, recorrían a Colombia tocando con las agrupaciones más prestigiosas del vallenato.
Pese a que en su casa nadie tocaba guitarra, un día su papá con la intención de estimular el gusto musical de su hijo, le propone hacer juntos un curso en una sede que el Instituto ‘Rosita Dávila de Cuello’ tenía en el municipio almojabanero. El curso duró una semana, en ese lapso asistieron a tres clases donde el jovencito aprendió tres notas básicas: Do mayor, Sol y Fa, y la interpretación de la canción ‘Frío de ausencia’, interpretada por Galy Galiano.
Superando dificultades y con la ilusión de seguir los pasos de los guitarristas de su pueblo, ‘Hanz’ siguió adentrándose en el universo de la guitarra de forma autodidacta porque no tuvo un profesor ni tampoco una guitarra propia hasta años más tarde cuando pudo comprar una con la primera bonificación que le pagaron cuando prestó el servicio militar en la Policía Nacional. Una hermosa guitarra que le costó 80 mil de los 100 mil pesos que le habían bonificado. Esa guitarra y su persistencia le abrirían más tarde las puertas a las agrupaciones vallenatas.
Su preparación fue el acompañamiento que hacía en las misas del pueblo. En una ocasión, Alvarito López, quien era vecino de la iglesia San Francisco de La Paz, lo escuchó interpretando la guitarra y le gustó. A la semana se le presentó en la casa para pedirle que le ayudara a sacar unos pases para la producción discográfica ‘El turpial’ que preparaba por esos días con Rafael Santos Díaz. Fue esa la primera oportunidad que se le presentó profesionalmente en la música.
Seguidamente, la pareja musical lo invitaría a una gira, cuyo primera presentación fue en San Gil (Santander) para la grabación del ‘Show de las estrellas’ de Jorge Barón. No pensó ‘Hanz’ en ese momento que sería esa la puerta de entrada a los escenarios de Colombia.
En ese tiempo ‘Hanz’ con 17 años de edad, empezaba sus estudios de ingeniería de sistemas en la Universidad Popular del Cesar. A la agrupación de Rafael Santos y Álvaro López, de donde salió por no tener una guitarra eléctrica, le siguió la de Juan Carlos Ramírez y ‘Chemita’ Ramos, estando allí pudo conseguir los recursos para comprar su primera guitarra eléctrica que aún conserva.
Un año más tarde, llega a la era de Rolando Ochoa y Ernesto Mendoza; de la que hizo parte desde el primer ensayo que tuvo la agrupación, en ésta se mantuvo por cinco años. Fue ese el mismo tiempo en el que empezó el coqueteo del cantante Silvestre Dangond por llevárselo a su naciente proyecto musical, galantería a la que el guitarrista siempre respondía con una negativa por consideración a la agrupación a la que pertenecía. Sin embargo, más adelante y siendo testigo del auge y la proyección del urumitero, ‘Hanz’ se vincula a ésta agrupación musical en el 2004.
Al año y medio, decide no seguir en los escenarios como guitarrista y monta ‘HZ Producciones’, su estudio de grabación musical y audiovisual. Su experiencia como productor lo hizo más apetecido por otras agrupaciones vallenatas; así llegaron ‘Los Chiches Vallenatos’, Diomedes Díaz, Peter Manjarres y Sergio Luis, Martín Elías y Rolando Ochoa. Con el hijo consentido del ‘Cacique de la Junta’ quemó su etapa como guitarrista de conjuntos vallenatos para darle paso a la producción hasta el día de hoy, ciclo que pronto pretende cerrar también para dedicarse completamente a la consolidación de su proyecto musical.
“Creo que hay que dar el paso definitivo. Ya he acumulado experiencia quemando las etapas de guitarrista y productor de otros grupos, considero que debo darme la oportunidad de sacar adelante mi carrera musical como cantante. Seguiré tocando guitarra y produciendo para mí y para otro artista que quiera apoyar de corazón pero ya no más para tenerlo como actividad de lucro. Ahora estoy listo para enfrentar el reto como intérprete de la música colombiana”, remata ‘Hanz’.
De la misma manera en la que ‘Hanz’ -como se bautizó artísticamente- ha recibido influencias de representantes del folclor vallenato, ha querido que su carrera se consolide equivalentemente a la de artistas de gran potencia como ‘Juanes’ en el caso de Colombia y Michael Jackson a nivel mundial. De ellos admira la osadía para proponer música diferente y muy adelantada a sus épocas. El cantante paisa, por ejemplo, a pesar de tener casi 30 años de vida artística, se ha mantenido vigente, gracias –esencialmente- a las transformaciones que le ha dado a su carrera para seguir en la lucha y a la par de la nueva generación de cantantes latinoamericanos.
Si bien nació y ha vivido en una región tradicionalista y culturalmente arraigada al vallenato, a ‘Hanz’ nunca le ha dado miedo a arriesgarse e innovar, fusionando sus raíces musicales con las sonoridades de otras latitudes. Al vallenato, su esencia y a sus juglares, les profesa un profundo respeto porque es la música con la que se ha desarrollado profesionalmente durante más de la mitad de su vida pero quiere marcar diferencia, proponiendo canciones que sean agradables y familiares a cualquier persona del mundo.
‘Hanz’ presenta un contraste especial, pese a su intrepidez musical en él se distingue una personalidad conservadora que si bien no lo ha atado creativamente, si le ha permitido mantener la forma sentida de componer que se desprende de las letras del vallenato tradicional, contando vivencias y narrando historias respetuosas con el público.
Con el talento, las ganas, el potencial y las facilidades para producir música con las que cuenta, perfectamente hubiera podido lanzar alrededor de seis producciones de vallenato puro e incluso, alguna de vallenato clásico en guitarra pero no es su objetivo, no es lo que persigue para su proyecto de vida y es respetable. Por lograr su cometido de llegar a ese público que está más allá de las fronteras de Colombia y de los amantes del vallenato, ha sacrificado al público de la región que espera que siga la línea vallenata pero no se arrepiente.
Es firme en aseverar que un artista debe ser fiel a lo que es y a lo que desea proyectar, a sentirse relajado y confiado cuando está interpretando su música e ir construyendo un personaje que sea capaz de llegar a cualquier persona dejando de lado los regionalismos y los encasillamientos a los que se ven expuestos quienes como él trabajan por escribir su nombre dentro de las páginas del libro de la música popular. Así como una persona oriunda de Valledupar, el Cesar o La Guajira compone, canta o produce vallenato, igualmente o mejor, puede hacerlo una persona de la región andina o del Chocó.
“Soy un aventurero que no le temo a los desafíos de la industria, no me da miedo reinventarme cada vez que sea posible y en la medida que esa misma industria vaya cambiando, tratando siempre de seguir el camino. Me veo enfocado y queriendo estar activo, estando en la jugada y adaptándome a los cambios que permanentemente vive la música”, dice.
Su nuevo sencillo musical ‘El cielo’ con el que vuelve a dar un paso para ponerse a tono con los nuevos sonidos que se están lanzando actualmente al mercado, es un punto de giro en su carrera, en la que imperan o interactúan ritmos urbanos, bits, dembow, no porque su finalidad sea hacer reggaetón sino porque le interesa sumergirse en esa nueva tendencia.
‘El cielo’ es una composición llena de sentimiento adornada con sonidos muy alegres con la que ‘Hanz’ quiere llegar a un público más juvenil y seguir sumando a su proyecto como solista. La canción es una conquista de un hombre locamente enamorado que le canta a su musa. Para recrear la letra de la canción, escogió las playas del corregimiento de ‘Camarones’ en el municipio de Riohacha (La Guajira) como locación del vídeo clip; el resto se hizo en posproducción en la ciudad de Valledupar en el mes de enero.
Doce canciones incluirá su nuevo compacto que está ciento por ciento terminado, esperando ser lanzado durante el último trimestre del 2017; con él quiere afianzar su nombre y recordar al público que la innovación en el sonido no es de ahora sino que fue el 2012 cuando presentó su primera producción ‘Vallenato del alma’ fue precursor en la región con su propuesta de vallenato fusión.
El despertar musical
Durante las parradas que hacía su padre en su casa, ‘Hanz’ tuvo la fortuna de interactuar desde muy niño con exponentes de la música vallenata de su pueblo natal, La Paz. En esas parrandas se sentaba al lado de la persona que ejecutaba el acordeón a imitar sus movimientos con su acordeón de juguete. Nació y creció entre las canciones de Gustavo Gutiérrez, las notas de la caja del maestro Pablo y los pitos de Migue López.
Pero no sería el acordeón el instrumento por el cual se inclinaría el primogénito de los Zuleta Márquez. Gracias a ‘Estelares del vallenato’ -programa transmitido los sábados por Telecaribe- se hizo fanático de la guitarra y en ese momento su anhelo era tener la destreza musical de Navín y Oscar Cantillo, Canyo Baquero y Manzel Cárdenas; connotados guitarristas de La Paz que por entonces, recorrían a Colombia tocando con las agrupaciones más prestigiosas del vallenato.
Pese a que en su casa nadie tocaba guitarra, un día su papá con la intención de estimular el gusto musical de su hijo, le propone hacer juntos un curso en una sede que el Instituto ‘Rosita Dávila de Cuello’ tenía en el municipio almojabanero. El curso duró una semana, en ese lapso asistieron a tres clases donde el jovencito aprendió tres notas básicas: Do mayor, Sol y Fa, y la interpretación de la canción ‘Frío de ausencia’, interpretada por Galy Galiano.
Superando dificultades y con la ilusión de seguir los pasos de los guitarristas de su pueblo, ‘Hanz’ siguió adentrándose en el universo de la guitarra de forma autodidacta porque no tuvo un profesor ni tampoco una guitarra propia hasta años más tarde cuando pudo comprar una con la primera bonificación que le pagaron cuando prestó el servicio militar en la Policía Nacional. Una hermosa guitarra que le costó 80 mil de los 100 mil pesos que le habían bonificado. Esa guitarra y su persistencia le abrirían más tarde las puertas a las agrupaciones vallenatas.
Su preparación fue el acompañamiento que hacía en las misas del pueblo. En una ocasión, Alvarito López, quien era vecino de la iglesia San Francisco de La Paz, lo escuchó interpretando la guitarra y le gustó. A la semana se le presentó en la casa para pedirle que le ayudara a sacar unos pases para la producción discográfica ‘El turpial’ que preparaba por esos días con Rafael Santos Díaz. Fue esa la primera oportunidad que se le presentó profesionalmente en la música.
Seguidamente, la pareja musical lo invitaría a una gira, cuyo primera presentación fue en San Gil (Santander) para la grabación del ‘Show de las estrellas’ de Jorge Barón. No pensó ‘Hanz’ en ese momento que sería esa la puerta de entrada a los escenarios de Colombia.
En ese tiempo ‘Hanz’ con 17 años de edad, empezaba sus estudios de ingeniería de sistemas en la Universidad Popular del Cesar. A la agrupación de Rafael Santos y Álvaro López, de donde salió por no tener una guitarra eléctrica, le siguió la de Juan Carlos Ramírez y ‘Chemita’ Ramos, estando allí pudo conseguir los recursos para comprar su primera guitarra eléctrica que aún conserva.
Un año más tarde, llega a la era de Rolando Ochoa y Ernesto Mendoza; de la que hizo parte desde el primer ensayo que tuvo la agrupación, en ésta se mantuvo por cinco años. Fue ese el mismo tiempo en el que empezó el coqueteo del cantante Silvestre Dangond por llevárselo a su naciente proyecto musical, galantería a la que el guitarrista siempre respondía con una negativa por consideración a la agrupación a la que pertenecía. Sin embargo, más adelante y siendo testigo del auge y la proyección del urumitero, ‘Hanz’ se vincula a ésta agrupación musical en el 2004.
Al año y medio, decide no seguir en los escenarios como guitarrista y monta ‘HZ Producciones’, su estudio de grabación musical y audiovisual. Su experiencia como productor lo hizo más apetecido por otras agrupaciones vallenatas; así llegaron ‘Los Chiches Vallenatos’, Diomedes Díaz, Peter Manjarres y Sergio Luis, Martín Elías y Rolando Ochoa. Con el hijo consentido del ‘Cacique de la Junta’ quemó su etapa como guitarrista de conjuntos vallenatos para darle paso a la producción hasta el día de hoy, ciclo que pronto pretende cerrar también para dedicarse completamente a la consolidación de su proyecto musical.
“Creo que hay que dar el paso definitivo. Ya he acumulado experiencia quemando las etapas de guitarrista y productor de otros grupos, considero que debo darme la oportunidad de sacar adelante mi carrera musical como cantante. Seguiré tocando guitarra y produciendo para mí y para otro artista que quiera apoyar de corazón pero ya no más para tenerlo como actividad de lucro. Ahora estoy listo para enfrentar el reto como intérprete de la música colombiana”, remata ‘Hanz’.
Year 2018 | Pop | Latin | FLAC / APE | Mp3
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