Hamadria - Reina Azul (2018)
BAND/ARTIST: Hamadria
- Title: Reina Azul
- Year Of Release: 2018
- Label: Hamadría
- Genre: Rock, Hardrock, Metal
- Quality: Mp3 320 kbps / FLAC (tracks)
- Total Time: 1:00:20
- Total Size: 138 / 441 MB
- WebSite: Album Preview
Tracklist:
1. Hamadria - Reina Azul
2. Hamadria - Sonata Soledad
3. Hamadria - A la Sombra de Mi Alma
4. Hamadria - Gritos
5. Hamadria - Gotas de Hiel
6. Hamadria - Puertas al Sol
7. Hamadria - Susurro
8. Hamadria - Locura Natural
9. Hamadria - Crepúsculo
10. Hamadria - Cabalgata a la Última Batalla
1. Hamadria - Reina Azul
2. Hamadria - Sonata Soledad
3. Hamadria - A la Sombra de Mi Alma
4. Hamadria - Gritos
5. Hamadria - Gotas de Hiel
6. Hamadria - Puertas al Sol
7. Hamadria - Susurro
8. Hamadria - Locura Natural
9. Hamadria - Crepúsculo
10. Hamadria - Cabalgata a la Última Batalla
En lo que va de este año muy buenos trabajos nacionales se me han hecho llegar o yo he comprado en ferias y de los cuales iré publicando reseñas. Ojalá que el tiempo me alcance.
La primera banda que referiré serán los power góticos Hamadría. Banda que ya lleva más de diez años en los escenarios nacionales y con un lejano demo de 2004. Ellos acaban, por fin, de publicar su disco debut, Reina Azul, un disco autoproducido pero que tiene todos los requerimientos de un trabajo profesional. Buena portada, logrado sonido y excelente impresión del libreto.
Hamadría no son ningunos desconocidos, en poco más de una década la banda ha tratado de tener algunas apariciones clave, al lado de Anabantha por ejemplo a su paso por el Perú, o luego en el 2013 con sus presentaciones en el Generarock de aquel año y sobre todo en el Ataque Metal que fue en el Somni (uno de los mejores Ataques) en el que compartió escenario con lo más granado del metal local, y sin tener un disco aún en el mercado. Además, algunos videos de buena factura que rondaban por la Internet mantenían viva su memoria.
Uno de los elementos característicos de Hamadría fue el recurso a una voz femenina, en la línea de varias bandas europeas de principios del siglo XXI y de hecho acá en nuestro medio fueron de los primeros en implantar ese estilo.
Así que ya por eso este lanzamiento tiene interés. Pero vayamos al disco en sí.
Aunque la influencia de Nightwish o After Forever son patentes no es menos cierto que Hamadría ha procurado, con variado éxito, generar una voz propia en medio de un sendero que ha sido ya hollado muchas veces en el metal. Su mayor logro en nuestra opinión es la habilidad para crear canciones equilibradas y bien construidas con una poderosa capacidad de conexión con los oyentes. Es evidente el potencial comercial de esta propuesta, algo que de ninguna manera debe tomarse como un defecto sino por el contrario como una gran posibilidad. La música comercial no tiene por qué ser la sentina, el pozo séptico en el que se ha convertido en las últimas dos décadas. Hamadría es la prueba evidente de que la música melódica y atractiva puede ser de enorme calidad.
En el plano musical estrictamente hablando, es difícil destacar un solo elementos pues están muy parejos. La sección de guitarras están en manos de Miguel Cantuta y Cristian Gamboa quienes solos de guitarra muy logrados y colocados en los momentos precisos. Los riffs son muy gancheros y generan ganas de escucharlos muchas veces. El teclado es quizás lo menos novedoso del conjunto, y constituye el sonido que más sensación de deja vu produce en el oyente, pero eso no implica que esté mal ejecutado ni mucho menos. La voz de la señorita Kassandra Sinche consigue dotar a los temas de un apasionamiento poco frecuente en nuestro medio. El elegir el español como lengua de la banda además hace accesible de manera directa el contenido lírico lo que puede generar mayor conexión con el público. En general toda su performance confiere humanidad a las composiciones. En lo concerniente a la sección rítmica a cargo de Jaime Ancco en el bajo y Hector Ilizarbe en la percusión es bastante convencional pero atinada, precisa. La percusión me ha gustado mucho por la contundencia que da a los temas una fuerza que si estamos en el metal requerimos necesariamente.
Otro aspecto a resaltar es la admirable producción sonora, realizada en el estudio de Adolfo Gazzo. Es justo lo que se necesita para estos trabajos. Yo que soy un seguidor de la banda desde su demo del 2004, he experiemntado una enorme emoción al escuchar el corte Reina Azul, quizás el más difundido, por fin con un sonido que le hace justicia. Se ha logrado lo que debe hacer toda buena producción, resaltar y conferir todo el brillo a los temas, no ocultarlo. La sección rítmica como la melódica se aprecian con notable claridad y, pese a no ser un trabajo de metal extremo, fuerza. No es un sonido dulzón o empalagoso.
En el nivel de la presentación me ha gustado mucho la portada pues coincide a plenitud con lo propuesto en el disco. Presenta un árbol cuyo tallo es trunco y del cual brota una figura femenina en actitud de extasis con un cuervo posado en uno de sus brazos. Tiene sentido si tomamos en cuenta que Hamadria es una ninfa de los bosques. Por otro lado, un fuego azul parece consumir el cuerpo de la ninfa, y el disco se llama Reina Azul. ¿Hamadria, la reina azul? Quizás. El diseño de la portado continúa en la contracaratula muy acertadamente como brindando más contexto. Una presentación muy atractiva.
En el apartado de los débitos queda el todavía tratar de alcanzar una mayor autonomía en su propuesta y sonar más a ellos. Ojalá puedan lograrlo. Además de tratar de dar un poco más de variedad a los cambios dentro de los temas, pues muchos son muy avisados. Son elementos superables que en nada deprecian lo logrado hasta ahora. Ojalá podamos ver a la banda muchas veces en vivo, es necesario darle circulación a este trabajo en los medios apropiados. No es justo que no se conozca.
En suma estamos ante un logrado trabajo de power metal melódico con elementos góticos que hace gala de una excelente producción y que seguramente gustará a los seguidores de ese estilo. Es poco probable que los fanáticos del metal extremo le presten atención o lo aprecien, pero parafraseando a Hannah Arendt la ley del metal ha sido y es la diversidad. Por favor que no pasen 10 años para siguiente trabajo.
La primera banda que referiré serán los power góticos Hamadría. Banda que ya lleva más de diez años en los escenarios nacionales y con un lejano demo de 2004. Ellos acaban, por fin, de publicar su disco debut, Reina Azul, un disco autoproducido pero que tiene todos los requerimientos de un trabajo profesional. Buena portada, logrado sonido y excelente impresión del libreto.
Hamadría no son ningunos desconocidos, en poco más de una década la banda ha tratado de tener algunas apariciones clave, al lado de Anabantha por ejemplo a su paso por el Perú, o luego en el 2013 con sus presentaciones en el Generarock de aquel año y sobre todo en el Ataque Metal que fue en el Somni (uno de los mejores Ataques) en el que compartió escenario con lo más granado del metal local, y sin tener un disco aún en el mercado. Además, algunos videos de buena factura que rondaban por la Internet mantenían viva su memoria.
Uno de los elementos característicos de Hamadría fue el recurso a una voz femenina, en la línea de varias bandas europeas de principios del siglo XXI y de hecho acá en nuestro medio fueron de los primeros en implantar ese estilo.
Así que ya por eso este lanzamiento tiene interés. Pero vayamos al disco en sí.
Aunque la influencia de Nightwish o After Forever son patentes no es menos cierto que Hamadría ha procurado, con variado éxito, generar una voz propia en medio de un sendero que ha sido ya hollado muchas veces en el metal. Su mayor logro en nuestra opinión es la habilidad para crear canciones equilibradas y bien construidas con una poderosa capacidad de conexión con los oyentes. Es evidente el potencial comercial de esta propuesta, algo que de ninguna manera debe tomarse como un defecto sino por el contrario como una gran posibilidad. La música comercial no tiene por qué ser la sentina, el pozo séptico en el que se ha convertido en las últimas dos décadas. Hamadría es la prueba evidente de que la música melódica y atractiva puede ser de enorme calidad.
En el plano musical estrictamente hablando, es difícil destacar un solo elementos pues están muy parejos. La sección de guitarras están en manos de Miguel Cantuta y Cristian Gamboa quienes solos de guitarra muy logrados y colocados en los momentos precisos. Los riffs son muy gancheros y generan ganas de escucharlos muchas veces. El teclado es quizás lo menos novedoso del conjunto, y constituye el sonido que más sensación de deja vu produce en el oyente, pero eso no implica que esté mal ejecutado ni mucho menos. La voz de la señorita Kassandra Sinche consigue dotar a los temas de un apasionamiento poco frecuente en nuestro medio. El elegir el español como lengua de la banda además hace accesible de manera directa el contenido lírico lo que puede generar mayor conexión con el público. En general toda su performance confiere humanidad a las composiciones. En lo concerniente a la sección rítmica a cargo de Jaime Ancco en el bajo y Hector Ilizarbe en la percusión es bastante convencional pero atinada, precisa. La percusión me ha gustado mucho por la contundencia que da a los temas una fuerza que si estamos en el metal requerimos necesariamente.
Otro aspecto a resaltar es la admirable producción sonora, realizada en el estudio de Adolfo Gazzo. Es justo lo que se necesita para estos trabajos. Yo que soy un seguidor de la banda desde su demo del 2004, he experiemntado una enorme emoción al escuchar el corte Reina Azul, quizás el más difundido, por fin con un sonido que le hace justicia. Se ha logrado lo que debe hacer toda buena producción, resaltar y conferir todo el brillo a los temas, no ocultarlo. La sección rítmica como la melódica se aprecian con notable claridad y, pese a no ser un trabajo de metal extremo, fuerza. No es un sonido dulzón o empalagoso.
En el nivel de la presentación me ha gustado mucho la portada pues coincide a plenitud con lo propuesto en el disco. Presenta un árbol cuyo tallo es trunco y del cual brota una figura femenina en actitud de extasis con un cuervo posado en uno de sus brazos. Tiene sentido si tomamos en cuenta que Hamadria es una ninfa de los bosques. Por otro lado, un fuego azul parece consumir el cuerpo de la ninfa, y el disco se llama Reina Azul. ¿Hamadria, la reina azul? Quizás. El diseño de la portado continúa en la contracaratula muy acertadamente como brindando más contexto. Una presentación muy atractiva.
En el apartado de los débitos queda el todavía tratar de alcanzar una mayor autonomía en su propuesta y sonar más a ellos. Ojalá puedan lograrlo. Además de tratar de dar un poco más de variedad a los cambios dentro de los temas, pues muchos son muy avisados. Son elementos superables que en nada deprecian lo logrado hasta ahora. Ojalá podamos ver a la banda muchas veces en vivo, es necesario darle circulación a este trabajo en los medios apropiados. No es justo que no se conozca.
En suma estamos ante un logrado trabajo de power metal melódico con elementos góticos que hace gala de una excelente producción y que seguramente gustará a los seguidores de ese estilo. Es poco probable que los fanáticos del metal extremo le presten atención o lo aprecien, pero parafraseando a Hannah Arendt la ley del metal ha sido y es la diversidad. Por favor que no pasen 10 años para siguiente trabajo.
Year 2018 | World | Rock | Metal | FLAC / APE | Mp3
As a ISRA.CLOUD's PREMIUM member you will have the following benefits:
- Unlimited high speed downloads
- Download directly without waiting time
- Unlimited parallel downloads
- Support for download accelerators
- No advertising
- Resume broken downloads